En una semana marcada por cambios significativos en las reservas y la política monetaria, el mercado del petróleo ha mostrado señales de estabilidad con una mirada cautelosa hacia el futuro.
Las reservas de petróleo crudo de Estados Unidos han experimentado una disminución notable de 2.5 millones de barriles en la última semana, sugiriendo un incremento en la demanda que podría ser un indicador positivo para los productores y economías dependientes del crudo.
Mientras tanto, la inflación en Estados Unidos, que ha sido un tema candente en los últimos meses, parece haberse suavizado en abril. Este cambio ha llevado a los analistas a prever una posible reducción en las tasas de interés por parte de la Reserva Federal en septiembre. Si esto se materializa, podríamos ver un estímulo en la economía que, a su vez, podría aumentar la demanda de petróleo.
En cuanto a los precios, el West Texas Intermediate (WTI) y el Brent han mantenido una estabilidad en la semana, aunque han registrado una caída del 4% y 5.8% respectivamente en este mes. Actualmente, el contrato de junio del WTI se cotiza a $78.73 por barril, y el contrato de julio del Brent a $82.84 por barril. Los derivados como la gasolina RBOB y el gas natural también han visto variaciones en sus precios, reflejando la complejidad del mercado energético.
Los inversores y analistas se mantienen atentos a los próximos movimientos del mercado, ya que cualquier cambio en la política económica o en los patrones de consumo podría tener un impacto significativo en la industria petrolera.