El mercado petrolero ha experimentado un repunte significativo la semana pasada, con el Brent y el referente estadounidense registrando un aumento cercano al 4%, la mayor subida semanal en términos porcentuales desde abril.
Este impulso se atribuye a las proyecciones optimistas sobre la demanda de petróleo crudo y combustible para el año 2024. La Administración de Información Energética de EE.UU. (EIA) ha revisado al alza su estimación de crecimiento de la demanda de petróleo para 2024, mientras que la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEC) ha mantenido su pronóstico de un crecimiento relativamente fuerte de 2.2 millones de barriles por día (bpd).
Por otro lado, la Agencia Internacional de Energía (IEA) ha reducido su previsión de crecimiento de la demanda a menos de 1 millón bpd. No obstante, los tres pronosticadores anticipan un déficit en la oferta al menos hasta el comienzo del invierno, como señalan los analistas de Commerzbank. Este escenario sugiere que los precios del petróleo podrían mantenerse elevados debido a la tensión entre una demanda robusta y una oferta insuficiente.
El mercado estará atento a los desarrollos futuros que puedan influir en estos equilibrios, incluyendo políticas energéticas, avances tecnológicos y dinámicas geopolíticas que puedan afectar tanto la producción como el consumo global de petróleo. Este análisis destaca la importancia de monitorear continuamente las tendencias del mercado petrolero para tomar decisiones informadas en un contexto económico global en constante evolución.