El optimismo empresarial que surgió tras la reelección del presidente Donald Trump se está desinflando más rápido de lo esperado. A cuatro meses de las elecciones, muchas compañías han pasado del entusiasmo a la cautela. ¿La razón? Una mezcla explosiva de incertidumbre fiscal, reformas que no llegan y la amenaza de nuevos aranceles recíprocos.
La falta de claridad sobre los cambios tributarios que prepara el Congreso y la política comercial agresiva de la administración Trump están afectando directamente las decisiones de gasto de las empresas. Encuestas recientes revelan que las expectativas de inversión están cayendo en picada, especialmente en sectores manufactureros. Incluso empresas que habían apostado por un crecimiento acelerado han congelado sus planes de expansión.
Mientras la administración insiste en que su enfoque traerá un renacimiento industrial, cada vez más empresarios adoptan una postura de espera. La incertidumbre ya no es solo un riesgo: se ha convertido en un freno activo para la economía. Desde InvertProfit analizamos por qué este panorama representa un punto de inflexión clave para entender el futuro inmediato del crecimiento empresarial en Estados Unidos… y por qué también debería importar a los inversionistas de Latinoamérica.
El clima de negocios entra en pausa: ¿qué está deteniendo la inversión?
La inversión empresarial es uno de los motores más importantes del crecimiento económico. De hecho, representa cerca de una séptima parte del PIB estadounidense. Sin embargo, en los últimos meses, las señales han sido claras: ese motor se está desacelerando.
• La Reserva Federal de Dallas reportó en marzo la mayor caída en previsiones de gasto de capital desde 2022.
• En Filadelfia, solo el 23 % de las empresas manufactureras planea aumentar su inversión este año, frente al 51 % que lo esperaba hace apenas unos meses.
• Las pequeñas empresas también están sintiendo la presión: los planes de inversión han caído por tercer mes consecutivo, según la NFIB.
Los factores clave detrás de esta desaceleración son:
• Incertidumbre sobre las reformas fiscales, incluyendo la expiración de incentivos como la depreciación de bonificación.
• Aumento de costos operativos ante nuevos aranceles dirigidos a países de Europa, India y Asia.
• Temor a represalias comerciales que afecten las cadenas de suministro globales.
Para muchos ejecutivos, como Austin Ramírez (CEO de Husco), no se trata de falta de voluntad para invertir, sino de que “no se puede avanzar cuando no hay claridad sobre el entorno fiscal o comercial”.
¿Qué están haciendo las empresas ante este panorama?
En lugar de avanzar, muchas compañías han adoptado una postura de contención. No están retrocediendo, pero tampoco están apostando por nuevos proyectos. Este estado de “espera activa” se ha convertido en la norma en varios sectores clave.
• Empresas como Ketchie Inc. han suspendido planes de inversión por más de un millón de dólares en maquinaria.
• Fabricantes medianos en sectores industriales han cambiado sus proveedores para evitar aranceles, pero ahora enfrentan barreras en nuevos mercados.
• La mención de “aranceles” e “incertidumbre” ha surgido más de 600 veces en los reportes trimestrales de empresas del S&P 500.
Los líderes empresariales comparan la situación con una “niebla densa”: no se trata de una crisis abierta, sino de una opacidad que impide tomar decisiones estratégicas. La frase más repetida es clara: “si no es estrictamente necesario, mejor esperar”.
Este patrón de comportamiento recuerda lo que ya ocurrió durante la anterior escalada comercial. En nuestra nota sobre cómo afectan los aranceles tus inversiones, ya advertíamos que este tipo de medidas generan reacciones en cadena que van más allá del corto plazo.
¿Cuál es el impacto macroeconómico… y regional?
Esta actitud de cautela ya se está reflejando en las previsiones económicas. El consenso entre los analistas es que la inversión privada será uno de los factores que frene el crecimiento en 2025.
• Goldman Sachs redujo su pronóstico de crecimiento para EE. UU. y elevó su estimación de recesión del 20 % al 35 %.
• Bloomberg reporta una caída generalizada en las expectativas de inversión empresarial para los próximos dos trimestres.
• La continuidad de los aranceles elevará los costos de operación, afectando márgenes y competitividad.
Y esto no solo impacta a las empresas estadounidenses. El enfriamiento de la inversión en EE. UU. suele provocar efectos dominó en economías interconectadas como las de América Latina, especialmente en países exportadores de materias primas o con cadenas de valor que dependen del mercado norteamericano.
Para los inversionistas latinoamericanos, esto representa un llamado a monitorear con mayor atención los sectores sensibles a los cambios comerciales y las políticas fiscales de EE. UU. En este análisis sobre la debilidad del empleo en EE. UU., ya adelantábamos cómo el panorama puede afectar incluso los flujos de capital hacia emergentes.
Jay Timmons, líder de la Asociación Nacional de Manufactureros, lo resume así: “Si se van a aplicar aranceles, ¿qué se está haciendo desde el Congreso para compensar el costo de hacer negocios en Estados Unidos?”.
Qué observar a partir de ahora: señales que marcarán el rumbo
• El anuncio de nuevos aranceles “por países” previsto para el 2 de abril será clave.
• Las negociaciones fiscales en el Congreso definirán si habrá incentivos reales para la inversión.
• Las decisiones de las grandes empresas servirán como termómetro: si Apple, GM o Intel reanudan inversiones, otras podrían seguir.
• La Reserva Federal también jugará un papel crucial si ajusta su política monetaria ante una desaceleración inesperada.
De acuerdo con esta cobertura reciente, incluso aquellas empresas con capacidad de maniobra han optado por frenar nuevas iniciativas. El resultado: un entorno donde todos esperan a que “se disipe la niebla”, pero sin moverse.
Claves para mantenerse informado en tiempos de incertidumbre
En momentos donde la economía entra en modo “esperar y ver”, la información se convierte en la herramienta más poderosa. Desde InvertProfit seguiremos monitoreando las decisiones del Congreso, los anuncios comerciales y las reacciones del mercado para ayudarte a entender hacia dónde se dirige realmente la inversión empresarial.
¿Eres inversionista en Latinoamérica? Entonces este contexto no te es ajeno. Las tensiones fiscales y comerciales en EE. UU. impactan directamente los flujos de capital, la confianza global y la dinámica de los sectores estratégicos en toda la región.
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