Crecimiento Estancado y Riesgo de Estanflación: Economía de EE. UU. Bajo Presión por Tarifas

El crecimiento económico de EE. UU. se estanca en 2025. Analizamos las causas, los riesgos de estanflación y qué esperar del mercado global.
Tiempo de lectura: 4 minutos

El arranque del 2025 está lejos de ser prometedor para la economía estadounidense. Según proyecciones recientes de analistas del mercado, el crecimiento del PIB se limitará a un raquítico 0.3% en el primer trimestre, muy por debajo del 2.3% registrado al cierre de 2024. Esta desaceleración, que podría ser la más débil desde 2022, ha encendido las alertas sobre un posible escenario de estanflación, donde el bajo crecimiento económico se combina con inflación persistente.

Las nuevas tarifas impulsadas por la administración Trump, sumadas a una caída en la confianza de consumidores y empresas, ya comienzan a reflejarse en la actividad económica real. Aunque aún no se anticipan dos trimestres consecutivos de contracción, algunos expertos advierten que el riesgo de recesión está en aumento, especialmente si no se revierte la estrategia comercial actual.

En InvertProfit analizamos por qué este momento es clave para entender cómo ciertas decisiones desde Washington pueden modificar el rumbo de la economía global, afectando también a los mercados emergentes. Si buscas claridad en medio del caos, este análisis te dará una base sólida para interpretar lo que viene.

¿Qué está detrás del freno económico de EE. UU.?

El crecimiento de apenas 0.3% no es casual. Diversos factores están empujando a la economía hacia una desaceleración prolongada:

Tarifas generalizadas que afectan tanto a las importaciones como al sentimiento empresarial
Enfriamiento del consumo, con un gasto del consumidor que apenas creció 0.1% en febrero tras caer -0.6% en enero
Adelanto de importaciones antes de la entrada en vigor de nuevos aranceles, lo que distorsiona temporalmente las cifras del PIB
Incertidumbre política, que genera desconfianza y frena inversiones

Incluso algunas estimaciones más conservadoras prevén que si esta dinámica se mantiene, EE. UU. podría entrar en recesión técnica hacia mediados de año. Esta hipótesis cobra fuerza si se considera la reciente caída en la contratación, tema que abordamos en detalle al analizar cómo la debilidad en el empleo está minando la estabilidad económica.

¿Por qué la inflación sigue sin ceder?

Mientras la actividad económica se debilita, la inflación no da tregua. El índice de precios de consumo personal subyacente (Core PCE), métrica clave para la Reserva Federal, sigue en torno al 2.9%, y no se prevé una baja significativa sino hasta finales de año:

• Q1: 2.8%
• Q2: 3.0%
• Q3: 2.9%
• Q4: 2.6%

Este escenario complica los planes de reducción de tasas. Aunque los mercados esperan recortes a lo largo del año, la Fed necesita señales más claras de que la inflación realmente está cediendo, algo que todavía no ocurre. Este dilema ya fue anticipado en nuestro análisis sobre el impacto inflacionario y la reacción de los bancos centrales.

¿Habrá rebote en los próximos trimestres?

Existe la posibilidad de una recuperación moderada. Los pronósticos actuales apuntan a:

• Segundo trimestre: 1.4%
• Tercer trimestre: 1.6%
• Cuarto trimestre: 2.0%

Este repunte se basaría, en parte, en el efecto de las importaciones que ya no restarían al PIB y comenzarían a reflejarse como inventario o ventas. Sin embargo, la recuperación sería débil y vulnerable a nuevas perturbaciones externas. La presión arancelaria sobre sectores clave como el transporte o la tecnología refuerza esta fragilidad, como analizamos en nuestro artículo sobre el impacto logístico de la guerra comercial.

Además, se observa que algunos indicadores de gasto real apenas se recuperan, con un avance mínimo tras el retroceso registrado en el inicio del año, lo que refleja que la pérdida de impulso en la actividad económica ya está en marcha.

¿Qué puede aprender América Latina de este escenario?

El contexto estadounidense afecta directamente a América Latina. Una desaceleración prolongada podría traducirse en:

Menor demanda externa, especialmente de materias primas y manufactura
Mayor volatilidad financiera, afectando los mercados locales
Presión cambiaria, especialmente en economías dependientes del dólar
Inflación importada, derivada del encarecimiento de bienes intermedios

En InvertProfit subrayamos la importancia de entender cómo las políticas comerciales globales pueden alterar el entorno regional. Si te interesa cómo estas dinámicas impactan directamente tus inversiones, te recomendamos profundizar en el análisis sobre la reactivación arancelaria en América del Norte, que explica cómo México también entra en juego.

Toma decisiones informadas en medio de la incertidumbre global

El 2025 se perfila como un año clave para los mercados. Con un crecimiento económico tambaleante y una inflación persistente, las decisiones que se tomen en Washington y en la Fed marcarán el rumbo no solo de EE. UU., sino del contexto económico global.

Para navegar este escenario con claridad y estrategia, sigue los análisis de InvertProfit. Nuestro compromiso es ayudarte a interpretar lo que otros complican, brindándote una visión crítica, informada y accionable. Porque en tiempos de volatilidad, la información bien interpretada se convierte en tu mayor ventaja.

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