El avance de la inteligencia artificial no solo está transformando industrias, sino también disparando la demanda energética a niveles sin precedentes. En este contexto, Google ha firmado un acuerdo con Elementl Power para desarrollar tres plantas de energía nuclear avanzada, cada una con una capacidad mínima de 600 megavatios, destinadas a garantizar el suministro estable y constante que requieren sus centros de datos.
Este tipo de alianzas entre gigantes tecnológicos y la industria energética marca un giro estratégico clave. Frente al crecimiento exponencial del procesamiento de datos, el reto no solo está en desarrollar nuevos modelos de IA, sino en alimentar la infraestructura que los sostiene. Se estima que podrían requerirse hasta 50 nuevas plantas nucleares antes de 2027 solo para cubrir la demanda global impulsada por la IA 🡥.
Google ya había mostrado interés en la energía nuclear cuando firmó un acuerdo con Kairos Power en 2024. Pero esta nueva colaboración representa un paso más ambicioso: financiar directamente la etapa inicial de tres nuevos sitios nucleares. Aunque los detalles del acuerdo son privados, la estrategia es clara: asegurar una fuente limpia, confiable y constante de energía que respalde el crecimiento tecnológico global.
En InvertProfit analizamos por qué esta jugada no solo redefine el futuro energético, sino también las oportunidades de inversión que vendrán con ella.
¿Por qué las big tech están invirtiendo en energía nuclear?
La digitalización global exige cantidades colosales de electricidad, especialmente en sectores como la nube, la inteligencia artificial y el cómputo de alto rendimiento. Mientras que las energías renovables como la solar o eólica son intermitentes, la energía nuclear ofrece potencia constante, 24/7, con cero emisiones directas.
Las big tech, encabezadas por Google, Amazon y Nvidia, están priorizando el acceso a energía base y libre de carbono. Esto no solo fortalece su infraestructura operativa, sino que les permite avanzar en sus objetivos de emisiones netas cero.
Entre los motivos principales:
- La IA requiere cargas de cómputo muy intensas, lo que multiplica el consumo eléctrico.
- La energía nuclear garantiza estabilidad en la red sin depender del clima.
- A largo plazo, puede ser más económica y menos volátil que otras fuentes.
Este nuevo modelo de colaboración permite a las tecnológicas participar desde fases tempranas del desarrollo energético, asegurando prioridad en el acceso futuro.
¿Qué sabemos del acuerdo entre Google y Elementl Power?
El acuerdo firmado establece que Google financiará la etapa inicial de tres plantas nucleares que serán desarrolladas por Elementl Power, una startup fundada en 2022.
Cada planta tendrá como mínimo 600 megavatios de capacidad. Para dimensionarlo, esa cantidad de energía podría alimentar a cerca de 450,000 hogares. Google tendrá la opción de comprar la energía una vez que las plantas estén en operación.
Aunque las ubicaciones aún no han sido reveladas, la inversión inicial de Google cubrirá:
- Permisos regulatorios
- Conexiones a la red eléctrica
- Negociaciones contractuales
- Estudios de viabilidad
Elementl aún no ha construido una planta y mantiene una postura tecnológicamente neutral, eligiendo en el futuro el tipo de reactor más avanzado y viable. Su objetivo es agregar 10 gigavatios de energía nuclear a la red para 2035.
Este modelo de inversión temprana está ganando tracción, como ya vimos en otros sectores, desde la industria de semiconductores hasta las apuestas de empresas como Nvidia en infraestructura energética vinculada a IA 🡥.
¿Qué impacto tendrá esto en el mercado energético y tecnológico?
Esta colaboración señala un cambio estructural en la forma en que se financian y desarrollan los proyectos energéticos. Tradicionalmente liderados por gobiernos o utilities, ahora son las empresas tecnológicas quienes están marcando el ritmo de innovación y demanda.
Algunos posibles impactos:
- Impulso a startups nucleares y nuevas tecnologías como los reactores modulares pequeños.
- Mayor presión sobre los reguladores para acelerar permisos y licencias.
- Reconfiguración del mapa energético, donde la energía nuclear gana protagonismo.
Además, refuerza la tesis de que la transición energética no será posible sin incluir fuentes constantes como la nuclear, especialmente si queremos sostener el crecimiento de la IA, los servicios en la nube y la industria digital.
Una oportunidad clave para inversores atentos
Aunque el desarrollo de energía nuclear tiene riesgos regulatorios y financieros, también ofrece oportunidades estratégicas a largo plazo. Las alianzas como la de Google y Elementl pueden acelerar la adopción de nuevas tecnologías nucleares, impulsar cadenas de suministro específicas y abrir nuevas avenidas para el capital privado.
Este cambio también coincide con los movimientos de otras firmas globales, como el caso de Amazon y Meta, que están invirtiendo directamente en infraestructura energética digital avanzada. Puedes conocer más sobre ese fenómeno en nuestro análisis sobre cómo las big tech impulsan la energía nuclear para datos.
Además, no es casualidad que este tipo de apuestas coincidan con el auge de las inversiones en inteligencia artificial y chips, sectores donde la demanda energética juega un rol decisivo.
¿Te interesa entender hacia dónde va el futuro energético?
Este tipo de movimientos entre grandes tecnológicas y nuevas startups marcan tendencias que no solo afectan a las industrias, sino también al panorama económico global. En InvertProfit, analizamos estos cambios para ayudarte a tomar decisiones más informadas.
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