En medio de la tensión comercial con China, el presidente Donald Trump ha sorprendido al anunciar una lista de exenciones arancelarias que beneficia directamente al sector tecnológico. Aunque hace apenas unas semanas impuso un arancel del 145% sobre productos chinos, este nuevo giro deja fuera a dispositivos clave como smartphones, computadoras y chips.
¿Por qué este cambio? Según la Casa Blanca, el objetivo es dar tiempo a las empresas para relocalizar su producción en Estados Unidos, reduciendo su dependencia de China. Una jugada que ha sido recibida con alivio por gigantes como Apple, cuyo valor de mercado llegó a desplomarse en más de $640 mil millones de dólares tras el primer anuncio de tarifas.
Desde InvertProfit te explicamos lo que hay detrás de esta decisión, su impacto en los mercados, y cómo puede cambiar el panorama tecnológico y económico de 2025.
Qué productos quedaron fuera de los aranceles y por qué importa
La nueva guía de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza detalla los productos que quedarán exentos del arancel del 145%, así como del arancel base del 10% para otros países. Entre ellos se encuentran:
- Teléfonos inteligentes
- Computadoras portátiles y de escritorio
- Semiconductores y chips
- Unidades SSD y memorias flash
- Celdas solares
- Pantallas planas de televisión
Estas exenciones no solo alivian la presión financiera sobre las empresas tecnológicas, sino que también evitan un alza drástica en los precios al consumidor. Por ejemplo, se estimaba que un iPhone podría haber llegado a costar hasta $3,500 dólares si los aranceles se aplicaban por completo.
Este nuevo esquema se suma a otras medidas estratégicas recientes que buscan contener la volatilidad del mercado. Ya lo habíamos visto con el reciente rally tras la pausa arancelaria, que empujó a Wall Street al alza luego de días de incertidumbre.
Cómo reaccionó el mercado ante el cambio de rumbo
Los días posteriores al anuncio original de los aranceles vieron un fuerte impacto en los mercados financieros:
- El S&P 500 cayó más del 5%
- El rendimiento de los bonos del Tesoro a 10 años se disparó en más de 50 puntos base, uno de los mayores saltos registrados
- Empresas como Apple vieron una pérdida de valor masiva, generando pánico en Wall Street
Con la nueva guía publicada el viernes por la noche, los mercados comienzan a estabilizarse. Para muchos analistas, esta medida representa una corrección estratégica para evitar un colapso tecnológico. Dan Ives, analista de Wedbush Securities, calificó la exención como un “escenario soñado para los inversionistas tecnológicos” 🡥.
También coincide con la creciente presión del sector privado, en un entorno donde los gigantes tecnológicos han advertido del impacto severo que estos aranceles podrían tener sobre su competitividad global. Esto ha sido parte central de lo que varios llaman una guerra económica de doble filo que ya ha sacudido al comercio global.
El mensaje oculto: EE. UU. quiere fabricar sus propias tecnologías
Más allá del alivio inmediato, la administración Trump ha sido clara: esta no es una concesión a China, sino una medida temporal para permitir que las empresas trasladen su manufactura a territorio estadounidense.
“Estados Unidos no puede depender de China para fabricar tecnologías críticas como semiconductores, laptops y smartphones”, dijo Kush Desai, vocero de la Casa Blanca.
Esta narrativa impulsa una estrategia de relocalización industrial, en la que se espera que compañías como Apple comiencen a mover parte de su cadena de suministro fuera de Asia. El objetivo: garantizar la soberanía tecnológica de Estados Unidos y reducir riesgos en tiempos de tensión geopolítica.
Qué significa esto para la economía global
Aunque la medida favorece al sector tecnológico, la guerra comercial continúa en otros frentes. China sigue enfrentando un arancel del 125%, y muchos productos no tecnológicos aún están sujetos a tarifas elevadas. Además:
- Las exenciones son retroactivas al 5 de abril, dando algo de alivio a los importadores que ya tenían mercancía en tránsito.
- Se mantiene un arancel del 20% para todos los productos chinos, fuera de las categorías exentas.
- Trump también anunció una pausa de 90 días para la mayoría de los países, excepto China.
Esto deja claro que la política comercial de Trump no ha dado marcha atrás, sino que se ha refinado para proteger sectores clave mientras mantiene presión sobre Pekín.
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