En la última reunión de política monetaria de la Reserva Federal, los funcionarios discutieron la dirección de la inflación y las tasas de interés en Estados Unidos. Aunque algunos indicaron que la inflación se está moviendo en la dirección correcta, la mayoría reiteró que no están listos para recortar las tasas de interés hasta que tengan “mayor confianza” en que la inflación está en camino hacia el objetivo del 2% establecido por la Fed.
Las minutas de la reunión, publicadas recientemente, revelaron cierto desacuerdo entre los 19 banqueros centrales que participaron en las conversaciones. Mientras algunos abogaron por la paciencia, otros sugirieron que podrían considerar subir las tasas de interés. Sin embargo, al final, la decisión fue mantener los tipos estables en el rango del 5.25%- 5.50%, el más alto en 23 años.
El presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, ha sido consistente en su mensaje: no hay prisa por abaratar el precio del dinero. Para justificar recortes, no basta con un buen dato aislado de precios; el banco central necesita tener una mayor confianza en que la inflación se dirige de forma sostenible hacia el objetivo de estabilidad de precios.
Aunque algunos miembros de la Reserva Federal han expresado su disposición a subir las tasas si la inflación sigue siendo elevada, la idea predominante es mantener la cautela y esperar a que haya más evidencia de que la economía se encamina hacia la estabilidad. Los inversores, sin embargo, anticipan un primer recorte de tasas en la última reunión del verano.
La Reserva Federal sigue vigilante y evalúa cuidadosamente las condiciones económicas antes de tomar decisiones sobre las tasas de interés. El equilibrio entre la inflación y el crecimiento económico sigue siendo un desafío clave para el banco central.
